martes, 22 de octubre de 2013

CREPUSCULO. Un Amor Peligroso. STEPHENIE MEYER

Crepúsculo. Un amor peligroso (Stephenie Meyer)

Editorial Alfaguara. 504 pág. 

 

















Comienza las clases en el instituto y, ya desde el primer momento, siente una atracción tremenda por Edward Cullen que se sienta con sus hermanos siempre separados de los demás compañeros de instituto.
Es la primera novela de una serie de cinco libros marcadamente juveniles.
Bella, una chica de 16 años va a Forks a vivir con su padre que es el comisario del pueblo.
Edward presenta un comportamiento un tanto extraño: aunque ocupa en clase la misma mesa que Bella, siempre intenta quedarse lo más alejado posible de ella; a veces falta a clase sin motivo aparente y casi no le dirige la palabra. Los demás chicos del instituto están acostumbrados a las excentricidades de los Cullen por lo que no muestran mucho interés por ellos pero, Bella, descubre que todo lo de Edward le interesa más que lo que le gustaría reconocer.
Las cosas cambian cuando Edward salva a Bella de ser atropellada por un coche en el patio del instituto. La velocidad y fortaleza del chico no tienen explicación humana. Bella comienza a preguntar a Edward y éste le responde con evasivas aunque la insistencia de Bella, que ahora reconoce que está perdidamente enamorada de él, irá dando luz a un misterio escondido durante mucho tiempo.
Bella parece que tiene una habilidad especial para atraer el peligro. Se ve sometida a situaciones de las que no hubiera salido con vida de no ser por su nuevo "ángel de la guarda".
Aunque cuando oímos hablar de esta novela lo primero que se nos dice es que va de vampiros, ni mucho menos ese trata de una novela de terror. Stephenie Meyer hace una novela típicamente juvenil en la que el invitado especial es el amor de juventud.
Describe con profundidad y profusión de detalles las sensaciones internas de la joven Bella. Aunque explica muy bien la relación amorosa de los dos adolescentes, quizás peca de mostrar excesivos detalles sensuales. No obstante hay que reconocer que la descripción del enamoramiento y la relación mantenida está cerca de lo que es el verdadero amor: más una unión espiritual que un cúmulo de sensaciones físicas. Es admirable como Edward respeta a Bella a pesar de sus marcados -incluso extraordinarios- instintos.
Para mi gusto, le sobran unas cuantas páginas de la parte central del libro en las que se repite  lo mismo demasiadas veces. Como siempre, al final, se precipitan las cosas y vuelve a la tensión narrativa de unos acontecimientos con sorpresa.

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