No he querido saber, pero he sabido que una de las niñas,
cuando ya no era niña y no hacía mucho que había regresado de su viaje de
bodas, entró en el cuarto de baño, se puso frente al espejo, se abrió la blusa,
se quitó el sostén y se buscó el corazón con la punta de la pistola...” Este es
el ya legendario comienzo de un clásico contemporáneo, Corazón tan blanco, cuyo
protagonista y narrador, Juan Ranz, prefiere siempre no saber, consciente de
los peligroso que resulta escuchar: los oídos no tiene párpados, y lo que les
llega ya no se olvida. Traductor e intérprete de profesión, es él ahora el
recién casado, y en su propio viaje de novios, en La Habana, asomado al balcón,
es confundido por una desconocida que espera en la calle, y sin querer escucha
una conversación de hotel. A partir de entonces “presentimientos de desastre”
envolverán su matrimonio. Pero la clave de ese malestar quizá esté en el
pasado, pues su padre hubo de casarse tres veces para que él pudiera nacer. Una
novela hipnótica sobre el secreto y su conveniencia posible, sobre el
matrimonio, el asesinato y la instigación, sobre la sospecha, el hablar y el
callar y la persuasión: sobre los corazones tan blancos que poco a poco se van
tiñendo y acaban siendo lo que nunca quisieron ser.
ciberbanner.com intercambio de banners
No hay comentarios:
Publicar un comentario